Sabemos que la salud mental es tan importante como el cuerpo, ¿verdad? Aunque, a veces, me pregunto si nuestro cerebro tiene un botón de «reset» como los dispositivos electrónicos, porque hay días en los que de verdad necesitamos uno. Entre el estrés, las responsabilidades diarias y los inevitables momentos en los que te sientes un poco como una malabarista en medio de un circo, cuidar nuestra salud emocional es esencial.
Pero aquí va mi pequeño secreto: no siempre tengo la energía para sentarme y hablar de mis emociones en una terapia de 2 horas (¡porque, seamos sinceros, los niños necesitan algo que nunca me pidieron: atención!). Así que, cuando no tengo tiempo para una conversación profunda, recurro a lo siguiente: libros y recursos que me hacen sentir que estoy haciendo algo por mi salud mental sin tener que salir de casa.
A continuación, te dejo mis recomendaciones literarias y recursos que se han convertido en mi salvavidas emocional.
1. «El poder del ahora» de Eckhart Tolle
Este libro es como un recordatorio en formato papel de que el pasado ya pasó y el futuro aún no existe (¡lo que significa que tal vez podemos dejar de preocuparnos un poquito!). Tolle nos invita a centrarnos en el aquí y ahora, algo que, honestamente, me cuesta tanto como pedirle a mis hijos que se duerman antes de las 11 p.m.
Lo bueno: Te ayuda a respirar, pensar en lo que puedes controlar y liberar algo de ansiedad. La mala noticia: después de leerlo, te das cuenta de cuántas veces te has estresado por cosas que no importan. Pero bueno, al menos es un paso hacia la calma.
2. «Cómo hacer que te pasen cosas buenas» de Marian Rojas Estapé
Este libro es como esa amiga sabia que siempre te dice las cosas que necesitas escuchar… aunque a veces te parezcan un poco duras. Marian Rojas Estapé te ayuda a mirar la vida de una manera más optimista, con consejos prácticos para mejorar tu bienestar emocional.
Lo bueno: Te hace sentir como si pudieras lograr todo, incluso si el caos está presente. Lo malo: Te hace reflexionar sobre las veces que has dejado de lado tu bienestar por poner a todos los demás primero (¡ups!).
3. Podcasts sobre salud mental (y risas de paso)
Cuando no puedo sentarme a leer, me vuelvo una fanática de los podcasts. Lo que más me gusta de ellos es que puedes escuchar mientras haces todo lo que tienes que hacer (y entre 20 interrupciones de los niños). Aquí te dejo mis favoritos:
🎧 «Entrelíneas» de Javier C. Ochoa: Es como un café con un psicólogo, donde te explican cosas complicadas de una manera súper sencilla.
🎧 «Mindfulness, el podcast de la psicología»: Aquí, los psicólogos comparten recursos para mejorar tu salud mental, y a veces incluso dan tips prácticos para no estallar cuando tu hijo te dice por quinta vez que no quiere hacer la tarea.
Lo bueno: Puedes escuchar mientras cocinas, haces ejercicio o intentas no perderte en el supermercado. Lo malo: A veces, mientras escuchas, te das cuenta de que todos tus pensamientos negativos los has estado acumulando como si fueran trofeos (pero se puede cambiar, ¡lo juro!).
4. Apps de Meditación
No voy a mentir, la idea de meditar me daba pavor antes. Pensaba: «¿meditar? ¿yo, que soy una máquina de hacer mil cosas a la vez?» Pero, la realidad es que con el tiempo descubrí que la meditación es como un pequeño botón de pausa para la mente.
Mis apps favoritas para esos ratitos (cuando finalmente logro tenerlos) son:
🧘♀️ Calm: Meditación guiada para cuando tienes 10 minutos de calma. O sea, una eternidad si lo comparas con mi rutina diaria.
🧘♀️ Headspace: Te guía paso a paso para que empieces a respirar, dejar ir el estrés y recuperar un poco de paz (sin necesidad de ser un experto).
Lo bueno: Puedes usarlo en cualquier momento y en cualquier lugar. Lo malo: Que te sorprendas a ti misma diciendo «¡Hey, creo que sí estoy respirando mejor!» después de 5 minutos de meditación (y pensar que lo hacías sin saber).
5. «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de Stephen Covey
Este es un clásico que mucha gente me recomendó durante años. ¿Por qué lo menciono en el ámbito de la salud mental? Porque cuando todo está desordenado, sentirse más organizada te da paz mental. Este libro te ayuda a crear hábitos que no solo son útiles para la vida profesional, sino también para tu bienestar emocional.
Lo bueno: Te da claridad sobre cómo priorizar y gestionar el caos. Lo malo: De repente, te das cuenta de que necesitas implementar todo, y eso podría llevar más tiempo del que crees. Pero vale la pena el esfuerzo.
**Conclusión: No se trata de leer todos los libros, sino de empezar el viaje
No hace falta leer todo lo que te menciono (aunque, si te atreves, ¡adelante!). Lo importante es darle espacio a tu bienestar emocional, y a veces eso implica un buen libro, un podcast inspirador o una app para ayudarte a frenar la carrera diaria.
Y si un día te sientes como un ratón de laboratorio en medio del caos… recuerda que no estás sola. Y también que puedes hacer una pausa, respirar hondo y buscar esos recursos que te ayuden a seguir adelante. Yo, por ejemplo, ya tengo mi café y mi libro listo para mi próxima dosis de autocuidado.
¿Tienes algún libro o recurso sobre salud mental que me recomiendes? ¡Cuéntamelo!
Deja un comentario